El presente grupo realizo un estudio de los sentidos y de cómo estos afectan la arquitectura, en la tercera semana del taller, la semana proyectual, se plantearon tres diferentes intervenciones cada una a una escala diferente de la otra 1:5000,1:500 y 1:100.
Siguiendo la línea de pensamiento en la que basamos las demás entregas, se encontró un lugar donde trabajaban los pescadores de Cartagena afueras del perímetro de la ciudad amurallada. Estos pescadores zarpaban a las 9 de la noche, unos 3 Kilometros mar adentro, y llegaban a las 6 u 8 de la mañana con 5 pescados aproximadamente, luego los vendían a la orilla de la playa y borde de la Av. Santander, en ese mismo lugar de donde salían.
Con esta actividad como base, se creó una plataforma con el fin de dignificar un poco la actividad de la pesca artesanal la cual funcionaba con el programa básico de baño, parqueadero de chalupas (pequeñas embarcaciones utilizadas por lo pescadores para realizar la actividad de la pesca), venta de peces, faena de los productos y a la vez se creo una circulación lineal la cual estaba protegida por unos módulos oscilo batientes pensados para la venta de peces, cubierta contra el sol (sombreadero), plataforma para pescar y a su interior las plataformas funcionaban como sombreadero y creaban un recorrido de luz natural que realzaba la linealidad del proyecto y su sencillez pero activaba la funcionalidad.
CONCLUSION
Lo concluido por el grupo fue que una acción, quizás para muchos menor, destaca un esfuerzo de años y paciencia la cual la arquitectura dignifica creando un espacio que no lo expropia de su acción continua, pues la pescadería es un motor de sobrevivencia para muchas familias en Cartagena.
